Joaquim Novais Teixeira. Foto: Manuel Merdes |
Nació en Guimarães (Portugal) el 21 de abril de 1899 y fue hombre de siete oficios: escritor, periodista, activista político, crítico literario y de cine, programador cultural, comentador de política internacional y administrador. De gran formación literaria y poética, su espíritu creativo y una intensa voluntad de intervención cívica marcarían su futuro personal y profesional.
En 1919, con veinte años, emigró a Madrid donde trabajó en banca, colaboró en diarios madrileños y desempeñó corresponsalías de diarios y revistas portuguesas. Conoció los mejores círculos intelectuales y artísticos madrileños conviviendo con figuras como Unamuno, García Lorca, Pío Baroja, Díez Canedo, Manuel Azaña, Valle-Inclán, Luis Buñuel (con quien tuvo una relación privilegiada) y su compatriota José Almada Negreiros, quien le retrató junto a su familia, que creó en Madrid.
Claro-oscuro. Retrato de Joaquim Novais Teixeira y su familia. Almada Negreiros. |
Durante su estancia en España y en particular desde la llegada de la dictadura militar de 1926 en Portugal, el periodista intentó ayudar y apoyar a los refugiados opositores al gobierno portugués. La proximidad a los círculos republicanos y progresistas permitió su promoción con la implantación de la República española al ser nombrado Director del Servicio de Prensa extranjera y más tarde Jefe del Servicio de Prensa española, por su amigo el presidente Manuel Azaña.
Como Consejero de Largo Caballero, vivió muy intensamente la Guerra Civil española y los textos que entonces publicó constituyen uno de las más notables contribuciones para el conocimiento de aquel periodo intenso y turbulento de la Historia de España. Después de la Guerra se refugió en Francia sin poder regresar a Portugal debido al régimen salazarista.
La invasión de Francia por las tropas alemanas, acabó por llevarle al exilio en Brasil, donde colaboró y dirigió publicaciones de apoyo a los aliados, la Gran Enciclopedia Portuguesa y Brasileña y tradujo las cartas del Padre António Vieira en 1948.
Considerado uno de los mayores especialistas mundiales sobre política internacional de su tiempo, volvió a Francia en abril de 1948, estableciéndose en París y colaborando activamente y representando diarios brasileños. Fueron famosos sus reportajes en Italia, Suiza y sus trabajos sobre la cuestión franco-árabe realizados en Túnez, Argelia y Marruecos.
Considerado uno de los mayores especialistas mundiales sobre política internacional de su tiempo, volvió a Francia en abril de 1948, estableciéndose en París y colaborando activamente y representando diarios brasileños. Fueron famosos sus reportajes en Italia, Suiza y sus trabajos sobre la cuestión franco-árabe realizados en Túnez, Argelia y Marruecos.
En el taller de Helena Vieira da Silva, Arpad Szenes, Fernanda França, José Augusto-França, Novais Teixeira, António Dacosta. Foto: Fernando Lemos, 1949. |
En París se relaciona nuevamente con los círculos culturales y artísticos y con varias figuras de las artes y las letras portuguesas radicadas e Francia como la pareja formada por María Helena Vieira da Silva y Arpad Szenes, José Augusto y Fernanda França y António Dacosta, su íntimo amigo.
Estuvo muy relacionado con el cine, siendo uno de los más respetados críticos de su tiempo. Hizo parte de los jurados del Festival de Cannes, Venecia, Berlín, Locarno, São Paulo y Niza (donde se estableció anualmente el Premio Novais Teixeira al mejor cortometraje) y ayudó a divulgar algunas tendencias renovadoras del cine portugués como ocurrió con el estreno en el Festival de Venecia de la película El pintor y la ciudad, de Manoel de Oliveira.
Joaquim Novais Teixeira. Fuente: Tempo Contado |
Fuentes del texto:
António Amaro das Neves
Fernão Rinada