Santa Teresa de Jesús. Talla de Gregorio Fernández. Museo Nacional de Escultura. Valladolid. |
El 28 de marzo se celebra el V Centenario del nacimiento de Santa Teresa de Jesús. Por este motivo queremos dedicar, desde estas páginas, un pequeño homenaje a tan singular y gran mujer desde una de sus facetas menos conocidas de ella: la política.Para ello no vamos a profundizar en su obra espiritual -ojalá estuviéramos a la altura para poder hacerlo y, además, doctores (como ella) tiene la Iglesia- ni en la literaria, cuya lectura tanto gozo nos provoca, pero sí que vamos a fijarnos en parte de su epistolario.
Con dos de sus cartas podemos intuir cómo Santa Teresa de Jesús no sólo era una mujer de su época, informada de los acontecimientos políticos, sociales y religiosos de su tiempo, sino que, además, era un personaje con gran influencia y liderazgo en lo que hoy llamaríamos la cúpula del poder y cuya opinión era solicitada y respetada.
Así como hay cartas dirigidas Al prudentísimo señor, el rey Felipe II, quejándose de las injustas persecuciones contra sus religiosas de Sevilla y contra el venerable padre fray Jerónimo Gracián -su superior y confesor- hay otras dirigidas a este último, como la que le escribe el 19 de agosto de 1578 sólo quince días después de la catástrofe de Alcácer-Quibir, donde murió el rey D. Sebastião, diciéndole estas palabras tan certeras sobre las relaciones internacionales:
(...) Mucho me ha lastimado la muerte de tan católico Rey, como era el de Portugal, y enojado de los que le dejaron ir á meter en tan gran peligro. Por todas partes nos da á entender el mundo la poca seguridad que hemos de tener, de ningun contento, si no le buscamos el padecer (...)Un año después del desastre, la candidatura presentada por Felipe II para ceñir la corona de Portugal origina el debate político y social del momento en la península.
En este contexto y treinta días después de que el rey-cardenal Henrique I comunicara al embajador Cristovão de Moura que aceptaba la candidatura de Felipe II, Santa Teresa de Jesús escribe a su amigo D. Teotónio de Bragança, arzobispo de Évora, el 22 de julio de 1579, unos interesantes comentarios sobre la situación.
Hay que recordar que D. Teotónio era tío de D. João de Bragança, otro de los entonces pretendientes a la corona de Portugal, cuyo nieto sería D. João IV, tras la sublevación de 1640. D. Teotónio fue nombrado arzobispo de Évora por el propio cardenal D. Enrique, sustituyéndole, cuando este último tuvo que acceder al trono tras la muerte del rey D. Sebastião.
En su carta, Santa Teresa le insta con estas palabras:
(...) Vuestra Señoría me mande hacer saber, si hay alla alguna nueva de paz, que me tiene harto afligida lo que por acá oigo, como á V.S. escribo: porque si, por mis pecados, este negocio se lleva por guerra, temo grandísimo mal en ese reino, y aún á ese no puede dejar de venir gran daño.
Dícenme es el duque de Braganza el que la sustenta, y en ser cosa de V.S. me duele en el alma, dejadas las muchas causas que hay sin esta. Por amor de nuestro Señor, pues de razon V.S. será de mucha parte para esto con su señoría, procure concierto (pues según me dicen hace nuestro rey todo lo que puede, y esto justifica mucho su causa) y se tenga delante los grandes daños que pueden venir, como he dicho: y mire V.S. por la honra de Dios, como creo lo hará, sin tener respeto á otra cosa.
Plega á Su Majestad ponga en ello sus manos, como todas se lo suplicamos; que yo digo á V.S. que lo siento tan tiernamente, que deseo la muerte, si ha de permitir Dios que venga a tanto mal, por no lo ver. El guarde á V.S. con la santidad que yo le suplico muchos años para bien de su Iglesia, y tanta gracia que pueda allanar negocio tan en su servicio. Por acá dicen todos que nuestro rey es el que tiene la justicia, y que ha hecho todas las diligencias que ha podido, para averiguarlo. El Señor dé luz para que se entienda la verdad, sin tantas muertes como ha de haber si se pone á riesgo; y en tiempo que hay tan pocos cristianos, que se acaben unos á otros es gran desventura (...)Consideramos estar ante una carta de alto interés político y retórico. El modus operandi de la remitente y la influencia de su destinatario pudieron ser decisivos para la historia peninsular.
En lo señalado con negrita observamos cómo Santa Teresa de Jesús toma partido por su rey y cómo pide frontalmente a D. Teotónio que neutralice las aspiraciones de su sobrino empleando, de manera admirable, la retórica para suavizar sus palabras con otros argumentos de índole espiritual y en pro de la paz.
En este humilde homenaje hemos dejado deliberadamente al margen la conexión espiritual de la santa andariega con Portugal, tras la primera fundación hecha en 1585 por la hermana María de San José de Salazar del monasterio de San Alberto en Lisboa.
Agradecemos, finalmente, a Santa Teresa de Jesús la oportunidad que nos ha brindado de traerla a nuestras páginas debido a la conexión política, pequeña pero trascendental, que también tuvo con la historia de Portugal.
Santa Teresa de Jesús. José de Ribera. Museo Bellas Artes de Valencia. |
BIBLIOGRAFÍA.
Obras de Santa Teresa de Jesús, novísima edición, corregida y aumentada. Conforme a los originales y a las últimas revisiones, y con notas aclaratorias. VICENTE DE LA FUENTE. Tomo V. comprende la segunda parte del Epistolario de la Santa. Con licencia de la Autoridad eclesiástica. Madrid, 1881.
D. SEBASTIÃO, Rei de Portugal. ANTONIO VILLACORTA BAÑOS GARCÍA. A Esfera dos Livros. Lisboa, 2006.
Hola Antonio:
ResponderEliminarBrillante artículo, empezando por el título (tan original como efectivo), la documentación gráfica que nos aportas y, por supuesto, el contenido, con esa conexión lusa de la santa y sus habilidades políticas (que, como bien dices, ella dulcifica con genial maestría). Bonito homenaje a esta figura genial, que tanto nos ha aportado en muchos terrenos.
Un abrazo, Jesús
Muchas gracias, Jesús. Te confieso que he disfrutado un montón haciendo el artículo. Tenía el gran problema de disponer de las cartas traducidas al portugués. Por más que intentaba traducirlas era dificilísimo y no quedaban fieles al original, hasta que decidí "ir a la fuente" a buscarlas. Ese "baño" teresiano en sus cartas, su prosa, su inmediatez y sus entrelineas es de verdad, increíble.
EliminarUn abrazo
Un artículo precioso, Antonio.
ResponderEliminarYo confieso que apenas conozco ni al personaje ni su obra, pero estos últimos tiempos estoy comprendiendo que fue una mujer muy importante, en muchos aspectos, y tú aquí nos revelas uno más. Interesantísimo.
Abrazos
Muchas gracias, Mercedes. Yo conocía su poesía, que recomiendo a cualquier persona dotada de sensibilidad. No creo que pueda dejar indiferente a nadie porque al margen de su altísimo contenido místico, la rotundidad de su belleza es total.
EliminarMe alegro mucho de que la estés descubriendo poco a poco.
Abrazos
¡Cómo iba a faltar Teresa de Jesús entre las "Pessoas"!.
ResponderEliminarUna mujer tan "ibérica" que por cualquier lugar de Portugal te la encuentras: en el interior del Monasterio de los Jerónimos o en la Toponimia de Lisboa. Destacas su faceta política y todos entendemos que la política también estaba "en los fogones".
Con motivo del V Centenario de Santa Teresa, la santa culta y andariega, se celebrará en octubre un Congreso Internacional con los apoyos de la Embajada de España en Portugal y la Cámara Municipal de Évora entre otros.
Felicidades Antonio por dedicarle este artículo tan interesante.
Abrazos.
Tu tocaya era increíble, Teresa. Las vinculaciones de la santa con Portugal (y con Évora en particular) deben ser importantes si participa o apoya el Congreso Internacional, como nos cuentas. ¿Es en Ávila? Imagino que fue una relación centrada en las fundaciones de su orden en Portugal y Évora en aquella época era la ciudad espiritual (la Roma portuguesa, desbancando a Braga, como dice el historiador Tulio Espanca).
EliminarMe alegro de que te haya gustado el artículo y estoy de acuerdo en la visión que tuvo de situar también la política "entre los fogones".
Muchas gracias y un abrazo.
Antonio, el Congreso será en el "Domus Carmeli" de Fátima, y tratará de la Reforma Teresiana en Portugal, como bien suponías. Hay información muy completa en:
Eliminar- historia.carmelitas.pt/wp
- teresadejesus.carmelitas.pt
¡ Qué vamos a decir de la ciudad de Évora !...que si Teresa de Jesús hubiera podido, no se habría perdido conocer semejante maravilla.
Gracias a Antonio Rubio por su sugerencia y a ti por este cuaderno.
Un abrazo.
Muchas gracias por completar la información, que es de gran interés. En una imaginaria llegada de la santa a la amurallada Évora, le podría recordar bastante a su Ávila natal, de la dicen que no habló nada bien al no querer llevarse "ni el polvo en las zapatillas".
EliminarUn abrazo.
Felicidades, Antonio, por este sugerente artículo. Es algo que anima a cualquier lusófilo a buscar huellas de la santa andariega en Portugal, aunque no estuviera físicamente allí.
ResponderEliminarAnimo a todos a leer y meditar sus escritos. Son tan actuales como el propio corazón humano.
Un abrazo
Antonio
Hola Antonio. Gracias a ti por tus palabras, que viniendo del escritor de "100 Santos para llevar en el bolsillo" es un honor.
ResponderEliminarCuando leí hace años la biografía de D. Sebastián donde venía la referencia a estas cartas se me abrió una nueva perspectiva, para mi inédita, de la santa realmente asombrosa. Desde cualquier punto de vista, sus escritos son una maravilla.
Un abrazo.
Que una mujer en el s. XVI consiguiera lo que ella consiguió es tan asombroso que menos mal que este quinto centenario nos va a ayudar a comprender mejor cuales fueron "sus armas" para lograrlo.. Sus cartas son una de las fuentes para conocerla...La Exposición de la BNE es magnífica y destaca mucho su faceta de lectora-escritora.
ResponderEliminarIgnoraba esta conexión con Portugal, Gracias por mostrarla. María Rosa
Gracias a ti, María Rosa, por tu interesante comentario. Todo lo relativo a la santa no deja de causar asombro, desde cualquier punto de vista y más aún si nos situamos en el contexto del XVI. Lo de Portugal me dejó boquiabierto: tener la capacidad de llegar a la cúpula de familia Braganza con esa familiaridad y poder de persuasión es inimaginable pero tan real como sus cartas.
EliminarUn abrazo.