Ermita de San Antonio de los Portugueses. J. Muperton. |
Terminamos el recorrido por los edificios religiosos dedicados a San Antonio de Lisboa y Padua en Madrid con uno ya desaparecido y escenario de numerosos avatares, la Ermita de San Antonio de los Portugueses en el Parque del Retiro.
EL RETIRO
El jardín que embellecía el Palacio Real y Sitio del Buen Retiro fue promovido por el conde-duque de Olivares a partir de 1632. El embrión de este vergel fue un jardín geométrico y un estanque alrededor de la Casa de S.M. en San Jerónimo, al que se le irían adicionando otros a medida que se adquirían las fincas colindantes, por lo que el resultado, como ocurriría con el paralelo conjunto palaciego, sería fruto de la improvisación y la rapidez, sin planificación, caracterizándose por su falta de orden y unidad. No había ejes principales, sino recorridos laberínticos que enlazaban las partes, por lo que éstas se entendían autónomamente, sin referencias a la globalidad.
La principal intervención en los jardines se produjo a partir de 1634 y hasta 1640, dando lugar a jardines más formales, próximos al palacio y rodeados por un gran bosque. Hay en ellos influencia centro-italiana, pero se desconoce su autor. Se considera la supervisión de Crescenzi en el proyecto global y la participación de ingenieros, como el toscano Cosme Lotti, que había trabajado en los jardines del palacio mediceo de Bóboli en Florencia.
Su interior y sus caminos quedaron jalonados por hitos arquitectónicos, lagos, canales, estanques, fuentes, arboledas, jardines y huertas, paseos cubiertos y largas avenidas umbrías, juego de pelota, picadero, casa de fieras, pajarera, embarcaderos e incluso seis ermitas, sus construcciones más características y de origen hispánico, ya desaparecidas, que seguían el modelo del Monasterio de Montserrat.
LAS ERMITAS
Las ermitas estaban dispersas por todo el recinto, diseñadas con planta centralizada y coronadas con un chapitel estilo austria. Estas ermitas cumplían tanto una función religiosa como de escenografía o cierre de perspectiva de los jardines. En el plano de Teixeira se localizan perfectamente las seis ermitas dedicadas a San Isidro, San Pablo, San Juan, San Bruno, "la Madalena" y "los portugueses", señalizadas en el plano con los números 77, 82, 83, 84, 89 y 99, respectivamente.
Una de las más importantes era la de San Juan, ubicada donde hoy se halla la sede del Ayuntamiento. Contaba con un jardín secreto, a la manera de las villas italianas, y tenía adosada la residencia oficial del alcaide, precisamente el conde-duque de Olivares.
Ermita de San Juan en el plano de Teixeira |
Entre todas ellas destacaba la ermita de San Pablo, inspirada en el Casino de Pío IV en el Vaticano, era obra de Juan Bautista Crescenzi y la única en un estilo diferente, el manierista italiano.
Ermita de San Pablo en el Retiro. Louis M. Meiner. |
Para el interior de esta ermita se encargó al pintor Velázquez el lienzo Encuentro de San Antonio Abad con San Pablo, primer ermitaño.
El Estanque Grande de 1634 es, junto al Estanque de las Campanillas, prácticamente el único elemento que hoy sobrevive del jardín del siglo XVII. Su función era servir como depósito de agua para el riego y ser utilizado en espectáculos teatrales y naumaquias. De él partían dos canales navegables, siendo el principal el del Mallo, que concluía en otro estanque polilobulado, en cuyo centro y en una isla se situaba la ermita de San Antonio de los Portugueses, la última en construir y mayor de todas ellas.
Fue construida por Alonso de Carbonell entre 1635 y 1637. Aunque la advocación de la ermita fue la de San Antonio de Padua, vulgarmente se la conoció como San Antonio de los portugueses, ya que su construcción fue financiada por la comunidad portuguesa residente en Madrid, encabezada por el poderoso financiero Manuel Cortizos de Villasante, a instancias del Consejo de Portugal.
Vista del Palacio del Buen Retiro atribuida a Jusepe Leonardo con la Ermita de San Antonio de los portugueses al fondo, sobre el horizonte. |
En cuanto al edificio, San Antonio fue la ermita más grande situada en el Retiro. Construida en ladrillo rojo, destacaba sobre todo su suntuosa portada, compuesta por cuatro columnas de mármol blanco con basas y capiteles de mármol negro, y coronada por una estatua del santo titular. Pero sin ninguna duda, el elemento más peculiar de la ermita era el estanque de perfil polilobular que la rodeaba, el cual, estaba conectado mediante una red de canales con el estanque grande.
Hay que señalar que al estar conectada por un canal asi como poseer estancias de recreo en su parte posterior, como se aprecia con claridad en el plano de Teixeira, servía como escenario de una sofisticada combinación de sacro y profano durante las festividades del santo.
Su estilo se encuadra dentro de la primera corriente del barroco español caracterizada por la austeridad geométrica y espacial derivada del herrerianismo. Los motivos ornamentales eran escasos salvo en los interiores, que eran profusamente decorados. Su torre cuadrangular, rematada con chapitel herreriano, su suntuosa portada y el canal polilobulado que la rodeaba eran sus elementos más notables. Desconocemos los datos sobre su interior aunque es de presumir su planta centralizada y son conocidas las pinturas murales al fresco que Luca Giordano realizó allí en 1699.
Reconstruida por orden de Felipe V tras un incendio sufrido en 1734, fue demolida en 1761 para construir en su lugar, bajo el reinado de Carlos III, la Real Fábrica de Porcelana de la China. Destruida la fábrica durante la guerra de la independencia, Fernando VII acondicionó el lugar instalando una fuente denominada de la China, en recuerdo a la Real Fábrica. Actualmente su lugar lo ocupa la glorieta y estatua del Ángel Caído, obra de Ricardo Bellver.
Plano de las fortificaciones realizadas en la zona durante la guerra de la Independencia. 1808-1812. |
El concepto de espacio centralizado, el chapitel ochavado y los materiales de la ermita de San Antonio de los Portugueses sirvieron de modelo a Pedro de Ribera para proyectar en 1718 la Ermita de la Virgen del Puerto.
No podemos concluir este recorrido, sin abandonar la Comunidad de Madrid, mencionando la importante actuación urbanística compuesta por plaza con galería porticada e iglesia dedicada a San Antonio en Aranjuez.
Artículos relacionados:
San Antonio de Lisboa y Padua II
San Antonio de Lisboa y Padua I
FUENTES:
Ministerio de Educación, Cultura y Deporte.
Urbanity
Memoria de Madrid
BIBLIOGRAFIA:
Velázquez y las ermitas del Buen Retiro. Alfonso Rodríguez. G. de Ceballos.
Hola Antonio:
ResponderEliminarEspléndido artículo, digno colofón de la estupenda trilogía dedicada a San Antonio de Lisboa. Me has descubierto un montón de cosas, entre ellas esa inspiración de Ribera para la ermita del Virgen del Puerto. Al menos, este edificio nos permite aproximarnos a la desaparecida arquitectura de San Antonio. Algo de ella nos ha llegado, de algún modo u otro.
Muchas gracias por el enlace!! Un abrazo, Jesús
Gracias a tí, Jesús. Es cierto que a partir de algunos edificios nos podemos imaginar los que no han llegado hasta nosotros. La riqueza de aquel Retiro barroco debió ser increible. Algo así como el eslabón que falta entre los jardines de la Isla y el del Príncipe de Aranjuez.
EliminarUn abrazo.
Hola Antonio, me apetecía mucho leer esta terecera entrega, y desde luego tenía motivos :) Haces un completo y bonito recorrido por el Buen Retiro hasta llegar a la ermita de San Antonio.
ResponderEliminarEl Retiro hoy día es una de nuestras maravillas, pero da pena pensar cuántas cosas se perdieron para siempre. Menos mal que gracias a las imágenes y a textos como el tuyo podemos recuperarlas.
Abrazos.
Muchas gracias Mercedes,
EliminarSólo he indagado un poco en el tema (sacro-profano) de las ermitas y hay para una tesis. Debían ser riquísimas en su interior. El Retiro barroco es una gran pérdida para la historia de la jardinería española.
Un abrazo.
Hola Antonio,
ResponderEliminarQué bonito recorrido y bien contado. Eres el orgullo de tu tocayo de Lisboa y Padua. Desde algún sitio te lo agradecerá, seguro.
Cómo nos hubiera gustado a todos conocer ese Retiro original y posteriormente enriquecido por tantos y tan buenos profesionales. Pero el "progreso" hace estragos.
"C'est la vie".
Un abrazo.
Hola Manuel,
ResponderEliminarMuchas gracias por el comentario. He desconectado unos días del "progreso" capitalino para ir a una boda rural en el norte de Portugal y, que quieres que te diga, me han entrado ganas de no volver, de no seguir contribuyedo en este "progreso".
Un abrazo.