sábado, 11 de febrero de 2012

José Almada Negreiros. Su obra escultórica madrileña dos veces perdida. (I).

 
Almada Negreiros es el ser impar en medio de la pintura y de la literatura portuguesa, sobre las que salta de trapecio en trapecio.
      


Autorretrato con paleta. José Almada Negreiros. 1926.


Almada Negreiros es el artista que resume la delicadeza, la inquietud y el dilettantismo de Lisboa. 
Ramón Gómez de la Serna.

EL PERSONAJE


Estas greguerías  preludian la gran dimensión de este artista, porque si el siglo XX dio un personaje carismático, polifacético y artista total en la vanguardia portuguesa, éste fue sin duda José Sobral de Almada Negreiros (1893-1970). Fue ensayista, poeta, novelista, bailarín, coreógrafo, periodista, conferenciante, dramaturgo, dibujante, pintor, diseñador, escultor... 


APUNTES BIOGRÁFICOS

Su inquietud intelectual le lleva, entre otras ideas visionarias, a desarrollar una particular tesis futurista y cósmica, según la cual, el número y la geometría son los elementos de comunicación del futuro, como en un "flash-back" al pasado que es necesario retomar.


Assim fala Geometría. Collage.
Almada Negreiros. Col. particular.

En 1915 colabora junto a Pessoa, Sá Carneiro y otros intelectuales en la mítica revista Orpheu cuyo contenido experimental y heterodoxo, con solo dos números de vida, provoca un rechazo visceral en los ámbitos más inmovilistas y conservadores del aburguesado panorama artístico de la época.


El nº 2 de Orpheu sobre la mesa de café del retrato de Pessoa.
Almada Negreiros. Casa fernando Pessoa.

Influido por Marinetti, escandaliza Lisboa en 1917 al presentarse vestido de guisa futurista con un mono en el Teatro de la República (hoy Teatro San Luis) leyendo su Ultimatum às Gerações Futuristas do Século XX para, acto seguido, actuar como bailarín al lado de Helena Castelo Melhor en el ballet de Ruy Coelho A Princesa dos Sapatos de Ferro.




En busca de nuevos horizontes viaja a París en 1919 donde sobrevive como bailarín de salón y obrero en una fábrica, durante sólo un año, mientras continúa pintando y escribiendo. Intima con el surrealista Max Jacob y conoce, entre otros, a Picasso y  a Brancusi.


Autorretrato en grupo en el Café A Brasileira. 1925

Vuelve a Lisboa y tras un largo periodo de incomprensión y falta de reconocimiento a su obra, decide nuevamente en 1927 salir a recorrer mundo con parada en el primer punto que encuentra: Madrid. Ciudad que le trata bien, que lo hace más Almada y, por lo tanto, más artista.

La agitación que trae la república le hace regresar a Lisboa en 1932 donde años después le esperaba, por fin, el reconocimiento definitivo.

PRODUCCIÓN MADRILEÑA

Apenas hubo llegado a Madrid, La Gaceta Literaria dirigida por Ernesto Giménez Caballero, a quien retrata, organiza una exposición de sus dibujos obteniendo grandes elogios del crítico Antonio Espina.

Dibujo de la etapa madrileña. 1928.

Comienza a participar en las tertulias artísticas, siendo más asiduo de la de los arquitectos del café Granja "El Henar" (donde se hace muy amigo de la mayoría de los arquitectos de la generación de 1925, Luis Lacasa y especialmente de García Mercadal) que de la literaria y artística del Pombo, si bien en esta última es acogido con los brazos abiertos por Ramón Gómez de la Serna, al que conoció en Lisboa dos años antes y al que le unirá una estrecha relación personal y profesional .

Tertulia de la Cripta del Pombo de Ramón Gómez de la Serna.


Conoce a Vázquez Díaz, Federico García Lorca, Regino Sainz de la Maza... tiene una actividad frenética; escribe tres obras teatrales de corte pirandelliano donde interactúan los actores con un público a veces estremecido por explosiones en el patio de butacas. García Lorca le comenta: te doy treinta años para que te entiendan. Como así fue. 



Colabora como ilustrador en Blanco y Negro, El Sol, ABC, Crónica, La Esfera, Revista de Occidente dirigida por José Ortega y Gasset, Mundo Gráfico, Arquitectura... sin dejar de pintar, exponer y escribir; integrándose plenamente y por derecho propio en los círculos artísticos e intelectuales de tan brillante época.



En un encuentro irrepetible entre portugueses y madrileños, trae a Madrid un trozo del corazón del Chiado al embarcar en avión a João Franco, camarero del café A Brasileira, para servir el café a la manera portuguesa, es decir, todo cortesía y sonrisas, según crónica de El Sol.

Café A Brasileira. Chiado. Lisboa.

OBRA ESCULTÓRICA. PRIMERA PÉRDIDA.

Si la producción de obra gráfica de José Almada Negreiros en Madrid es fácil de seguir por haber permanecido en archivos y museos, no ocurre lo mismo con su obra escultórica que parece estar marcada por la fatalidad.

Debido a su buena amistad con los arquitectos de la época, realiza entre 1929 y 1930 las siguientes obras escultóricas:
-   Decoraciones murales para la Residencia de estudiantes de la Fundación Del Amo de la Ciudad Universitaria, de  los arquitectos Rafael Bergamín y Luis Blanco Soler.
Obra desaparecida durante los bombardeos de la guerra civil sobre la Cuidad Universitaria.


Fundación Del Amo. Al suroeste de la Ciudad Universitaria.

-   Paneles decorativos para el Teatro Muñoz Seca, del arquitecto Eduardo Lozano Lardet. Obra desaparecida.
-    Paneles decorativos para el Cine Barceló, del arquitecto Luis Gutierrez Soto. Obra desaparecida. 

 Cine Barceló. Posibles relieves de Almada sobre la boca del escenario.

Cine Barceló. Posible relieve de Almada visto desde el patio de butacas
 
-   Plan general de decoración del Cine San Carlos, del arquitecto Eduardo Lozano Lardet.  Además de la prescripción de los colores para la sala, realizó una serie de doce paneles en bajorrelieve de yeso policromado, ocho para la fachada y cuatro para el atrio del cine, perfectamente integrados en el estilo decó del  sobrio edificio.

Cine San Carlos. Calle Atocha. Madrid

Disposición de los ocho paneles de la fachada del Cine San Carlos.

Los temas que abordaban los paneles estaban dedicados al séptimo arte que tanto admiraba, sus diferentes géneros, Charlie Chaplin y el cine mudo, vistos desde una estética futurista donde quedaban patentes el movimiento y la velocidad.

Detalle de uno de los paneles de la fachada.

Estos paneles fueron víctimas de una aciaga reforma tras la guerra civil que los sustituyó por placas de mármol. Alguien con un mínimo de sensibilidad recogió los restos y los arrinconó en el sótano donde estuvieron olvidados... hasta el año 1972, en que fueron protagonistas de otro asombroso episodio que veremos próximamente.



Fachada actual del antiguo Cine San Carlos con recientes
pinturas pseudo-cubistas de estridentes colores.



ARTÍCULOS RELACIONADOS:

BIBLIOGRAFÍA
elalmadealmadaelimpar. obragráfica19261931. Catálogo de la exposición. Museo de la Cuidad. Madrid. 2004.

Agradecimiento a los blogs:
Un libro para todas las estaciones.
Cómo cantaba Mayo en la Noche de Enero.
Vidas lusófonas.
Madrid Art Decó

6 comentarios:

  1. Interesante y polifacético personaje y eso que dicen que "aprendiz de mucho...". Lorca le daba treinta años. Yo, valga la comparación, le hubiera dado cien.
    Angustiosa y atormentada tuvo que ser la vida de este artista, con esa visión de futuro, y que encima lo tildaran de loco extravagante.
    Fabuloso homenaje a un Almada un tanto desconocido. Espero segunda parte.
    Un abrazo.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Me alegro de que te guste. Estoy esperando una opinión lisboeta para más datos de la segunda parte. De su actividad me quedaría, a parte de los paneles, con su faceta de pintor e ilustrador por la escuela que creó (¡tema para una tercera parte!) y con novelas como la muy recomendada "Nombre de guerra", editada por El olivo azul.
      Abrazos.

      Eliminar
  2. Muy interesante la vida y la obra de este hombre absolutamente desconocido para mí, Antonio.
    Detrás de cada edificio, de cada detalle, hay artistas-personas, me maravilla descubrirlos, muchas gracias por contarlo.
    Me parecen muy bonitos los paneles del Cine San Carlos.
    ¡Esperamos la segunda parte!

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Gracias Mercedes. Era un verdadero hombre del renacimiento. Ponía pasión en todo lo que hacía. Lo primero que conocí de él fue el gran retrato de Pessoa y a partir de ahi fui tirando de un hilo lleno de sorpresas.
      En cuanto a los paneles, eran demasiado bonitos para...no puedo contar más, de momento.
      Un abrazo.

      Eliminar
  3. Hola Antonio:

    Un artista en toda la dimensión de la palabra. Por lo que cuentas, conectó muy bien con la intelectualidad madrileña del momento. Debió ser una época fantástica, con todas esas nuevas generaciones de artistas con ganas de renovarlo todo.

    Es una pena que no se conserve nada o casi nada de su obra escultórica, aquí en Madrid. El conjunto del Cine Barceló debió ser una maravilla, con esos remates de Almada. Espero impaciente la segunda entrega, con la desaparición de su obra del Cine San Carlos.

    Un abrazo, Jesús

    ResponderEliminar
  4. Hola Jesús, efectivamente conectó muy bien con el grupo y tuvo suerte. La amistad con Ramón le abrió muchas puertas de la época.
    En Madrid no se conserva ni la casa donde vivió en la calle del Príncipe 12, junto al teatro de la Comedia. Ahora hay en su lugar un bonito edificio de los años cuarenta de estilo muy americano.
    Un abrazo.

    ResponderEliminar