El general António Luís de Sousa, marquês das Minas |
Parece increíble pero es cierto.
El 28 de junio de 1706, un ejército aliado de 14.700 portugueses y 4.200 anglo-holandeses, bajo el mando del marqués das Minas, general D. Antonio Luis de Sousa, entró en Madrid después de recorrer cerca de 500 Km durante tres meses de operaciones en territorio español.
En esta campaña militar se hicieron más de 8.000 prisioneros y se capturaron más de 100 piezas de artillería en los combates que tuvieron lugar contra las fuerzas franco-españolas, comandadas por el duque de Berwick.
La campaña del marqués das Minas hizo proclamar rey de España al archiduque Carlos de Austria, cohabitando temporalmente con Felipe V de Borbón, heredero de Carlos II. Es un episodio, tan silenciado en España como celebrado en Europa, que sirvió para respetar la recién conquistada independencia de Portugal y la situó entre las potencias mundiales del setecientos.
James Stanhope, embajador británico en Madrid lo contó así en 1706, en plena Guerra de Sucesión (1701-1714):
Madrid yacía inerme ante el ejercito aliado que, sin encontrar oposición alguna, había cruzado las altas montañas que bordean la ciudad por el Norte y dividen las dos Castillas. Sus tropas ligeras se hallaban ya en las cercanías de la capital. Y el 25 de junio la avanzadilla del ejército de caballería, a las órdenes del marqués de Villaverde, tomó posesión de ella. Dos días más tarde, lord Galway y Antonio Luis de Sousa, marqués das Minas, hicieron su entrada triunfal pero fueron acogidos con frialdad y malas cara por sus habitantes. Era un momento de gloria, especialmente para los portugueses, ellos que tan sólo setenta años antes habían sido súbditos y vasallos de España, ahora no sólo afirmaban su independencia sino que entraban como conquistadores en la propia capital de su arrogante tirano...
En efecto, Antonio Luis de Sousa (1644-1731), segundo marqués das Minas, general portugués y gran estratega militar, entró victoriosamente en Madrid el 28 de junio de 1706 capitaneando las tropas portuguesas aliadas con Austria, Inglaterra y Países Bajos en la guerra de Sucesión española, rodeado de gran hostilidad. Los hechos ocurrieron así:
El 24 de junio llegó cerca de Madrid, a la casa de campo de Nuestra Señora del Retamar, y allí esperó noticias de la capital para saber la actitud que tomaría ante el dominio de su ejército. No tardó mucho en recibir información de la salida desesperada de Madrid de Felipe V tres días antes.
La capital mandó sus autoridades al general portugués para pedirle que nombrase al corregidor que debía gobernar la ciudad y otras de provincias cercanas, como Segovia, Toledo, Talavera, Ávila e implorando su protección. El día 28 el ejército del general hizo su entrada triunfal en Madrid y el marqués das Minas vengaba, de paso, la afrenta que sufriera Portugal con la entrada del duque de Alba en Lisboa 126 años atrás.
Se instaló durante 40 días en el vacante real Alcázar. Deseaba proclamar allí rey al archiduque Carlos de Austria por cuya pretensión al trono combatían los aliados. Ordenó que se efectuara con solemnidad la proclamación de Carlos III el 2 de julio enviando, al mismo tiempo, recados al archiduque para que se apresurase en su llegada a la capital.
El archiduque tardó mucho en poner en marcha su viaje de Barcelona a Madrid, demorándose en Zaragoza y paralizando todos los movimientos del marqués con avisos de que no tardaría en unírsele. Con todos esos retrasos, la ansiada cita ya solo podría efectuarse cuando toda España se encontrase en guerra.
Retrato del archiduque Carlos, por Sir Godfrey Kneller. 1705. |
El encuentro con el pretendiente se produjo finalmente -en la conocida como Primera entrada en Madrid del archiduque Carlos- pero la estancia en la capital fue muy corta debido a la falta de apoyos de la nobleza y a la hostilidad con la que se encontró el nuevo monarca. El 2 de julio el Archiduque fue proclamado rey y a finales del mismo mes abandonaba la capital en dirección a Valencia.
Por el lado franco-español, el duque de Berwick cortaba las comunicaciones del ejército aliado con Aragón, estando ya cortadas con Portugal, de modo que el marqués das Minas, para no ser capturado por las tropas regulares y los insurgentes, se vio obligado a retirarse de Madrid el día 2 de agosto hacia la frontera del reino de Valencia donde finalmente fue vencido en Almansa.
El 3 de agosto de 1706 entraban de nuevo en Madrid las tropas borbónicas y con ellas Felipe V, que había abandonado Madrid junto con su corte el 21 de junio ante la inminente llegada del ejército aliado de Minas y Galway
Los estandartes y el retrato del archiduque Carlos de Austria fueron quemados en olor de multitud en la Puerta del Sol y varios cientos de portugueses que se habían atrincherado en el real Alcázar se vieron obligados a rendirse al cabo de dos días por falta de provisiones.
Fuente: Minoría Simple |
BIBLIOGRAFÍA
Conquista de Madrid, 1706. Portugal faz aclamar Rei de Espanha o Arquiduque Carlos de Habsburgo.
João Vieira Borges. Ed. Tribuna. Lisboa, 2003.
Recuerdos portugueses en Madrid. José María Sanz García. Instituto de Estudios Madrileños. 1992
Hola Antonio:
ResponderEliminarFascinante y desconocido episodio, al menos en esta parte de la Península Ibérica. Sin duda, la historia se hubiese escrito de otro modo si Carlos de Austria se hubiese hecho con las riendas de la Corona.
Muy buen post. Un abrazo, Jesús
Hola Jesús,
EliminarTampoco es muy conocido al otro lado de la frontera. Había oído hablar de un libro que trataba el tema y después de mucho tiempo he dado con él, no sólo en un libro sino en dos.
Muchas gracias y un abrazo.
Muy interesante, Antonio, una vez más descubriéndonos aspectos desconocidos de la historia. Impresiona un poco conocer sucesos que podrían haber cambiado su rumbo totalmente.
ResponderEliminarGracias y un abrazo
Hola Mercedes,
EliminarEs verdad, a veces el rumbo de la historia puede depender de pequeños acontecimientos como en este caso por no llegar en el momento adecuado. El viaje de Madrid a Barcelona siempre ha sido pesado pero en aquella época debía ser eterno.
Gracias a ti y un abrazo
¿Que este episodio ha sido "silenciado en España"? ¿Perdón?
ResponderEliminar¿Silenciado?
Todos los aficionados a la Guerra de Sucesión conocen de sus épicos vaivenes y de la entrada en Madrid del Archiduque Carlos en dos ocasiones distintas. Un archiduque que si hubiera sabido ganarse la voluntad de al menos una parte apreciable de la antigua Corona de León y Castilla, hubiera podido ganar la guerra.
Porque muchos parecen olvidar, que contra esa inmensa parte de Hispania, no se puede ganar. Por mucho mercenario anglo-holandés que se tenga y por mucho dinero que se gaste.
Todas estas operaciones, los asaltos de unos y otros a Barcelona, las huidas de ambos reyes, de acá para allá, la composición de cada ejército en cada frente, todo es conocidísimo.
De hecho, si el ejército borbónico hubiera sido un poco más rápido, hubiera tomado Barcelona antes del socorro austriacista de la plaza (estaban a punto) lo que quizás hubiera puesto fin a la guerra.
Fue precisamente la presencia de todo el grueso de sus fuerzas en el Norte lo que desguarneció de tal modo todo el interior de España: prácticamente al mismo tiempo que llegaba la flota austracista a Barcelona, con miles de hombres, forzando a Felipe V a pasar a Francia (volvería luego por Navarra), se iniciaba la ofensiva desde Portugal.
Por cierto: ofensiva sufragada por Inglaterra y Holanda, cómo no. Era Inglaterra la que estaba detrás del cambio de bando del rey de Portugal, que a cambio quería obtener ciudades como Badajoz y Vigo, entre otros territorios.
La cita de Stanhope es especialmente indigna. Stanhope no era sólo embajador. Stanhope fue general de los ejércitos aliados. Y si la memoria no me engaña, terminaría capturado en Brihuega-Villaviciosa. La expresión "arrogante tirano" en boca de la Inglaterra que estaba tras la participación portuguesa fratricida es de una desvergüenza absoluta.
Como suelen. Porque desvergüenza han gastado siempre a raudales.
Tiene gracia: cuando empecé a estudiar la Guerra de Sucesión, hace años, empecé con indiferencia hacia Felipe V y con simpatía al bando austriacista simplemente por la continuidad histórica con los Austrias. Progresivamente lo fui viendo con peores ojos, hasta que finalmente quedé convencido de la justicia de la causa de Felipe V.
En cuanto a aquellos que siguen fantaseando con que de haber ganado la guerra el Archiduque ahora no tendríamos separatismos, es que sueñan. Es lo maravilloso de la Historia contrafactual: que es inverificable, por lo que cada uno puede fantasear como quiera.
Afortunadamente, nadie ha percibido nunca la primera entrada del archiduque como una "conquista" u "ocupación" portuguesa, aunque descubro que algunos, no sé con qué intención, querrían que así fuera sentida. No sé si es "forofismo" o qué. De igual modo que nadie medianamente inteligente debería considerar la entrada de las tropas de Felipe II en Lisboa (recordemos, el rey legítimo) como una "afrenta" que haya que "vengar".
Menuda cizaña.
Por cierto, la guerra ya había llegado a la península en 1702 con la batalla de Rande. Y en 1704 los mismos intentarán desembarcar en Barcelona. Se tendrán que conformar con Bombardearla, dado que fracasaron.
ResponderEliminarEn cuanto a Stanhope y sus chicos, aquí los tenemos haciendo de las suyas poco antes de recibir su merecido:
"Más graves fueron los sucesos del 6 de diciembre de 1710. Tropas británicas dirigidas por el general británico James Stanhope se presentaron ante ella. La cincuentena de soldados felipistas que se encontraban, junto a los varones que habían sido movilizados como milicia, optaron por retirarse hacia los bosques vecinos mientras las mujeres se encerraban en la iglesia parroquial y el convento de San Francisco. Los soldados ingleses incendiarion y destruyeron la iglesia de San Pedro de Valverde y posteriormente saquearon las casas de la localidad. Según relata fray Juan de Talamanco, las mujeres quedaron muy impresionadas por los actos sacrílegos realizados en las iglesias contras las formas sagradas. Como efectos del saqueo se desencadenó un devastador incendio que destruyó un centenar de casas."
http://es.wikipedia.org/wiki/Horche
Hola Diego, gracias por tus apasionadas aportaciones y bienvenido al blog.
EliminarComo habrás visto, la temática del blog pretende dar a conocer aspectos poco conocidos de la presencia portuguesa en Madrid a lo largo de la historia. Imagino que muchos de los episodios o personajes que se narran serán de sobra conocidos para historiadores o interesados en ciertos temas, pero nos guste o no, no es así para el resto de los madrileños. En el caso concreto de la Guerra de Sucesión he basado este episodio en dos fuentes, que indico al final, una española y otra portuguesa. Como es lógico, en la portuguesa se percibe cierto resentimiento típico hacia España que es fácilmente comprensible (yo no diría cizaña), pero aporta algún dato objetivo que es muy interesante como la gran desproporción entre las fuerzas portuguesas (78%) y las anglo-holandesas (22%).
Por mi parte, discrepo en tu apreciación al denominar rey legítimo a Felipe II. Fernando Bouza y mas historiadores consideran que no lo fue tanto al tener que intervenir el ejercito del duque de Alba contra el proclamado por el pueblo D. Antonio, prior de Crato, hecho que, querámoslo o no, marcó la memoria colectiva de un país. Negar esto, es desconocer totalmente la idiosincrasia de nuestros queridos vecinos.
Por otro lado, soy de los que "fantasean" (y estoy en mi derecho) con que el modelo territorial de Estado importado de Francia con los borbones no fue el acertado para España.
Yo veo todo esto con mucho mas desapasionamiento, me preocupa mucho más la actual deriva de Cataluña y me gustaría que se centrasen los esfuerzos de los historiadores en evitar que se tergiverse este periodo crucial para ella.
Cambio en el título "Portugal" por "El General Sousa" para quitar hierro al asunto.
Saludos