Guilherme Filipe es un pintor de ojos nuevos, un pintor que no copia la naturaleza, que creó en su Arte su Naturaleza... Guilherme Filipe tiene grandes cualidades y grandes defectos.
Me gustan más sus defectos que sus cualidades... Su irreverencia es, por tanto, su gloria.ANTÓNIO FERRO.
Continuamos recordando las PALAVRAS que el pintor dedicó a Madrid en el catálogo de su primera exposición individual en Coimbra de 1922.
Para ilustrarlas contraponemos a sus juveniles y acalorados recuerdos madrileños una muestra de su obra con el sosegado y metafísico lenguaje pictórico que alcanzó finalmente y que tanto le caracterizó.
(...) Sólo en Madrid pasé momentos que mi sensibilidad no olvidará nunca. Allí encontré al gran Ramón Gómez de la Serna, el extraordinario escritor de la España moderna, lusófilo y madrileño hasta la médula, en Pombo, ante la nueva generación española, pontificando.
Le vi subir en el hiperanguloso aeroplano de sus greguerías y lanzar sobre el mundo aluviones de libros que dejaron mella en todas las almas.
¡Oh! noches de sueño, escuchando seguidillas gitanas. Albeniz y Granados vibrando en las guitarras.
Y mis amigos de España sentados en las aceras sobre las estrellas, aspirando a grandes sorbos su perfume intenso de poesía.
¡Correa Calderón! mi cariñoso amigo gallego que en Castilla me llamaba hermano con acento de morriña.
¡Pepita-Rubia!... ¡Pepita-morena!...¡Janette!... Rosas y lágrimas... noches de insomnio... un retrato en la cabecera... Rápido de París... Estación del Norte... Muchas lágrimas... ¡Adios!... ¡Hasta pronto!
Retiro... Ciudad Lineal... Pardo... Carne de flores abriendo... y luego marchitando.
Clavel rojo de Andalucía, bordado en un mantón que cae por los hombros de ella, que de rodillas reza a la Virgen del Pilar por el torero que a la plaza se acerca.
¡Salomé!... Carne de fuego y lunar... Llama y hielo... Vida y Muerte... en un cuerpo de penumbra todo mimo.
Calle de Lista, amigos de Murcia, soñadores de Levante.
Venus mediterránea... modelada en la espuma del genio de Júlio Antonio.
José Planes - sorbiendo por las tetas de la tierra la leche de la escultura.
(...) ¡Escorial!... Sombra de Felipe II hablando alto como un fantasma de piedra.
¡Madrid!... ¡Madrid!... ¡Oh! ¡Brasas de carbón en el desierto! ¡Tardes de Prado sorbiendo Goya y ojeando Greco, pasando por Velázquez y desdeñando Murillo!
Paseos por la Castellana en tardes de abril, viendo pasar madrileñas elegantes.
Tardes de carreras en el hipódromo con sus damas de la corte como banderas ondeando al viento.
¡Paseo de Rosales, mañanas de niebla en la Moncloa!
Estudios de artistas por la tarde, sorprendiendo modelos al posar.
Estudio de Gutierrez Solana, el pintor de la suprema fealdad, del crimen, entre sus cuadros: "Entierro de la sardina", "En el circo", "Las peinadoras" y otras telas donde Solana dio con genialidad una España negra como el alma de los bandidos y los inquisidores, detrás de los cuales hay cómicos y santos (...).
Tomas Borras, Ballesteros de Martos, Manuel Abril, Bartolozzi, limpias personalidades, conservadores modernistas con la mirada puesta en el futuro.
¡Isaac del Vando Villar, Guillermo de Torre, Maurício Bacarisse, Vighi, Espinosa, Gerardo Diego, heroicos ultraistas empuñando espadas en la noche del presente, esperando la Aurora emborrachados de arte!
¡Oh! ¡Añoradísimos tiempos de Madrid, los tés del Palace y del Ritz, con mi elegante frac entre las duquesas!... y en el café de la Madalena en los barrios bajos, entre cupletistas de feria, chulos y carreteros, pintando en aquel ambiente característico de miseria y fuerza, bajo miradas afiladas como puñales y sifilíticas caricias de mujeres alcohólicas (...).
Tertulia de la Vicaría y León Felipe, el poeta de "Versos y oraciones del caminante", temperamento de viudo al que se le murieron las más bellas mujeres; sensibilidad fina de artista, ahogando el tedio por las calles de Madrid, hoy exiliado en Fernando Poo.
Llobet y Puche recitando Baudelaire por las plazas públicas y otra vez Ramón en Pombo, manteniendo el fuego sagrado de su lugar reservado entre Rafael y José Bergamín (...).
PRIMEIRA EXPOSIÇÃO DE GUILHERME FILIPE EM COIMBRA. Imprensa da Universidade de Coimbra. 1922
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