Vista Alegre

La prestigiosa marca de porcelana portuguesa Vista Alegre, nacida en la ciudad de Oporto en 1824, ha abierto su primera tienda en Madrid, en la calle Ortega y Gasset nº 76. En Portugal cuenta con 36 tiendas y en España, considerado país prioritario por los responsables de Vista Alegre, ya tenía 41 puntos de venta.

 

 

Detalle del interior de la tienda. Foto: hola.com

Detalle del escaparate. Foto: vistaalegreatlantis.com

Esta nueva tienda cuenta con 600 metros cuadrados divididos en dos plantas. En la planta baja se encuentra la exposición principal de vajillas de Vista Alegre y del cristal de Atlantis (en 2001 la empresa se fusionó con el Grupo Atlantis, de cristal y vidrio hecho a mano de primera calidad). En la planta superior podemos ver la cerámica decorativa de Bordallo Pinhiero y las piezas especiales para hostelería.

En total pueden verse en exposición más de 20 vajillas, aunque se puede encargar en la tienda cualquier producto del catálogo de la firma portuguesa. Aprovechando la inauguración de la tieda, Vista Alegre ha presentado en Madrid dos nuevas líneas de producto realizadas en colaboración con dos grandes del diseño internacional, práctica ya habitual en la firma.

Para esta ocasión se ha contado con el diseñador español Óscar Mariné y con la portuguesa Joana Vasconcelos. El primero ha creado una serie de originales floreros que se alejan mucho de lo convencional. En palabras del artista: "Para un diseñador es más interesante hacer hablar a los floreros que a las flores. Por eso cuando acepté la propuesta de Vista Alegre vi cumplido uno de mis deseos más poéticos de los últimos años". Sus frases: Don't look back, Stay this side o Keep eyes open así lo atestiguan.

 

Por su parte, la obra de Joana Vasconcelos responde al nombre de La Tache, y parte de la idea de la mancha que cae sobre la porcelana. Manchas de salsa que parecen extrañas lenguas coloreadas y que chorrean por dentro y por fuera de la ensaladera. Se da así cuerpo a una composición que dialoga con las formas, texturas y colores de los alimentos.

 

 

HAGAMOS UN POCO DE HISTORIA

Vista Alegre es el fruto de un visionario del siglo XIX, José Ferreira Pinto Basto. Influenciado por el éxito de la fábrica de vidrio Marinha Grande, decidió crear su propia fábrica de porcelanas adquiriendo para ello en 1815 una bonita Quinta a orillas de la ría de Aveiro.

La licencia de funcionamiento se le concedió en 1824 por el rey D. Joao VI, padre de Dª Mª Isabel de Braganza. Apenas cinco años después, Vista Alegre recibió el título de Real Fábrica, en reconocimiento por su arte y éxito industrial.

A partir de 1832 la Fábrica intensificó su trabajo conociendo entonces un periodo de oro, que culminó a finales del siglo XIX. La contribución de artistas extranjeros, como Victor C. Rousseau, fue muy importante sobre todo para la creación de una escuela de pintura, todavía hoy famosa.

En este periodo se sucedieron distintos hechos, como la creación de la obra social, la introducción de la decoración en oro y temas con paisajes y flores, la participación en diversos certámenes (1ª Exposición Universal en Londres 1851, París y Palacio de Cristal en Oporto).




Pabellón de Vista Alegre en la Exposición Internacional de Oporto 1865.

 
Durante los años siguientes y hasta el final de la Gran Guerra, la empresa padeció grandes dificultades. A pesar de todo, el espíritu introducido por el Fundador y mantenido por la Escuela de Diseño y Pintura del pintor Duarte José de Magalhaes, impulsaron la reorganización y modernización de la empresa.

Así en su 1º Centenario, Vista Alegre inició una reestructuración para conseguir la transformación de la empresa en una sociedad por cuotas, la modernización de las estructuras de la Fábrica, la apertura de dos tiendas y un nuevo impulso a las clases de diseño.




Tienda de Lisboa en el 1º Centenario. 1924.

A partir de 1947 y hasta 1968, los contactos internacionales, la formación de cuadros técnicos especializados, la adquisición de empresas competidoras, llevaron a Vista Alegre al desarrollo técnico e industrial esperado, así como al aumento de la oferta a nuevos mercados exteriores.

Ya en la década de los 70, Vista Alegre modernizó su tecnología y dio mas atención a la formación de jóvenes pintores. En 1983 creó el Gabinete de Orientación Artística y en 1985 el Centro de Arte y Desarrollo de Empresa.

La finalidad era fomentar la creatividad, contribuir a la formación en las áreas de diseño, pintura y escultura apoyando a la Fábrica técnica y artísticamente. Como consecuencia de estas medidas, nacieron las series limitadas y numeradas, consideradas de las mejores piezas de porcelana producidas a finales del siglo XX.




Escaparate para los 175 años. 1999.

 

Vista Alegre es una de las marcas de porcelana más prestigiosas del mundo, siendo la calidad de su arte reconocida por expertos y coleccionistas. Las vajillas de Vista Alegre son usadas oficialmente por el Presidente de la República Portuguesa, la Casa Blanca, muchas Casas Reales y políticos de todo el mundo.

Muchos museos guardan valiosos ejemplares en sus colecciones como el Museo Nacional de Arte Antiguo, el Museo Vista Alegre y el museo de la Fundación Espíritu Santo Silva, en Portugal o el Victoria and Albert Museum de Londres. Todo este prestigio convierten a Vista Alegre en un referente de Portugal y una de las imágenes de marca del país luso.
 

... Y LA CIUDAD DE MADRID

Además de estar presente en nuestras calles, Vista Alegre ha creado otra colección dentro de la serie “Almas”. A las anteriores Alma de Lisboa y Alma de Oporto, se añade ahora Alma de Madrid. Es un homenaje a la capital española en cuyas piezas quedan retratadas calles y establecimientos típicos de Madrid, como la Gran Vía, los aledaños de la Plaza Mayor, el Retiro, el Rastro, las tabernas y el Oso y el Madroño.

 

La idea de Vista Alegre era crear un vínculo con España y con su capital. Esta original vajilla es obra de la joven ilustradora brasileña Beatriz Lamanna. Su estrecha relación con la capital se debe a que vivió aquí mientras hacía sus estudios de diseño.

En Alma de Madrid se quiere reunir los valores de tradición y modernidad que siempre han definido la filosofía de Vista Alegre y creemos que, desde nuestro particular punto de vista, se ha conseguido.